ORIONA

16/12/2019

Llegaste desde el “Jardinets dels gats” y aún recuerdo una frase que decían de ti “Es una gata tan buena...”, y que razón tenían, eras tan, tan buena. Cuando te abrace la primera vez, traías la cola cortada y temblabas de miedo por todo... Quizás habías sufrido demasiado en la calle antes de que te recogiese els Jardinets para darte en adopción.

Orión era el nombre que escogieron para ti y decidí que te añadiría una “a”. Una gran constelación como tú lo serías en casa siempre.

Llegaron los primeros meses de convivencia para ti con tus dos hermanos (Solfi y Filso) que ya llevaban medio año antes haciéndose dueños del territorio. Madre mía, no había día que te bufasen y con sus caras te mirasen diciéndote “ey tú eres la última en entrar aquí y nosotros queremos todos los mimos de la mama, ósea que venga, pírate a otro sitio que queremos estar nosotros encima de ella en el sofá, en la cama, en el wc y en todo lo que nos dé la gana¡¡” y tú los mirabas salías corriendo como Forrest Gump llena de miedo. Después de probar feromonas y más feromonas e indicaciones de veterinarios para una feliz convivencia, un día se me acabó la paciencia y os reuní a los 3 con una voz muy seria y os dije: “¡Aquí tenéis que convivir los 3 y los mimos serán para tod@s iguales y no hay negociación posible¡”. Me mirasteis los 3 y desde aquel día ya dormisteis y jugabais juntos y tú les lamías siempre que podías. Lo que yo me reía contigo cuando venías al sofá toda glamorosa y te ponías encima de mis piernas y mirabas a los otros dos diciendo “recordar lo que ha dicho la mama, yo tengo el mismo derecho que vosotros”

Has sido tan cariñosa, inteligente y divertida... Conseguiste estar relajada en tu casa, persiguiendo la fregona cuando olías a lejía e ibas corriendo para revolcarte por el suelo con su olor, cuando venías a la cama como si llevases patines en tus patitas para ser la primera en coger sitio entre el edredón, cuando te fregabas por mis patas para pedir algo más de comida y me hacías nudos en el caminar.

En 3 semanas un cáncer de linfoma se te llevó. La noche anterior te miraba y sabía que se aproximaba el día para despedirnos. A la mañana siguiente me esperaste que me levantase para morir. Te cogí entre mi regazo y te dije “Marcha Oriona, marcha, no esperes más, sé muy feliz donde vayas, siente libre para partir”.

Naciste en diciembre y moriste en diciembre, además en número capicúa 9-12-19.
Gracias por darnos tanto en estos 10 años Oriona, fuiste un gran regalo en nuestras vidas