Querida Carita, eras tan bonita, tan dulce, tan tímida…tozuda, fuerte, valiente….pero si nos hemos de quedar con un adjetivo sería el de dulce. Con esa mirada llena de luz, esos rituales tuyos después de comer, ahora me restriego contra el sofá, la maceta grande, la maceta de fuera….y luego, a dormir…..Esa capacidad para pasearte por toda la casa, subiendo escaleras, con la manta en el lomo…..qué bonita eras…y sobre todo, tu colita cogiendo la manta como si de un mantón de manila se tratase.
Tenías tantos nombres, Carita bonita, Carelein por tu porte aristocrático. Ayy, te fuiste pronto porque cómo buen ser de luz, os vais demasiado pronto siempre.
La casa sin ti está vacía, aunque Zubi y Luna hacen todo lo posible para llenarla, pero ellos están fuertes y sanos y no necesitan que les tapemos bien, que les demos las pastillas, que nos preocupemos por ellos si no comen bien, que les miremos en todo momento….ya llegará el momento, pero ellos ahora son energía pura…
Tú eras la fuerza en la fragilidad, el orgullo en la sensibilidad, silenciosa y observadora, pero, sobre todo, digna…nunca habíamos visto a un ser con tanta dignidad y con tanta sabiduría en su mirada…
Damos las gracias al cazador que te abandonó porque tenías leishmaniosis y ya no podías criar más, de todas formas, ya te había dejado. Gracias a él, nos conocimos. Pero es de bien nacido ser agradecido y sí, le agradecemos que te abandonase…llegaste a nosotros de una pareja maravillosa que te dieron acogida para que te pudieses recuperar de tu enfermedad.
Ahora, dos semanas después de tu partida, te escribimos estas palabras porque necesitamos que el mundo sepa que hay otra estrella en el firmamento. Debes estar con todos nuestros corazones perrunos y gatunos…
Gracias Cara por todo lo que nos has dado…te agradecemos infinitamente que nos eligieses. Tuki, nos vemos en el arcoíris.