Has estado con nosotros doce años, compartiendo nuestra vida, ahora te has ido y nos has dejado tristes y un poco huérfanos porque no nos dábamos cuenta de cómo llenabas nuestra vida.
Te echamos muchísimo de menos, tu recibimiento cuando llegábamos, los paseos, y todas esas muestras de cariño que nos regalabas.
Eras mi pequeñita, mi Tarita preciosa, tozuda y algo peleona pero tan tan cariñosa, nunca pasabas sin saludar a los conocidos.
Tarita, te hemos querido mucho, siempre estarás en nuestro recuerdo. Siempre seremos tú manada.