Te has marchado al paraíso de los angelitos peludos y de cuatro patas. Esos angelitos cuya gran misión es hacernos reír y vivir el presente, además de enseñarnos a amar.
Te damos las gracias por tu adorable compañía, tu nobleza, alegrías, y por los hermosos momentos que nos regalaste día a día.
Tu hermanita Luna y nosotros te echamos mucho en falta, pero sigues y seguirás viviendo en nuestros corazones por siempre.