Me es imposible describir con palabras el dolor y el vacío que has dejado en nuestros corazones y en nuestra casa. Inconscientemente te busco por los rincones, y es duro darse cuenta de que ya no estás. Solo espero que, si realmente existe un cielo, con toda mi alma deseo que nos volvamos a reencontrar. Hasta entonces, solo puedo decirte: hasta pronto, mi niña querida.