PEDRO

23/11/2016

Querido Pedro, llegaste a mi vida un verano del año 2002, tú me encontraste a mí, eras tan pequeño que cabías en mi mano, y siempre fuiste un luchador, y tu alegría nos llenó de alegría a todos los que tratamos contigo, especialmente a mí, que siempre estuvimos especialmente unidos y hemos sido siempre cómplices. Has compartido conmigo más de catorce años, donde siempre hemos estado juntos, y siempre he sentido tu amor, tu confianza, tu alegría y tu apoyo. Sabía que por ley de vida lo normal era que tú te fueras antes que yo, pero perderte era algo que me aterraba tanto que pensé que nunca ocurriría. Y ocurrió este dos de noviembre de 2016, día de los difuntos. Te fuiste luchando, tal vez porque no querías irte sabiendo la falta que me hacías y me haces. Nunca he sentido mayor desolación que el ver que te habías ido  y que tu cuerpo ya no tenía vida.

Aunque ya no estés conmigo físicamente siempre te siento en mi corazón y mi único consuelo es que algún día tú y yo volveremos a estar juntos.

Con Amor eterno para tí, Pedrito, mi fiel compañero.

Carme