KOVU

17/01/2020

Gracias por aparecer en nuestras vidas.

Al llegar a casa nos recibías siempre alegre nos llenabas de energía y nos hacías repaso oliéndonos.

De pequeño dormías conmigo o te ibas con mi hermano. Aún recuerdo dormir y al estar sobada no me pediste permiso y te pusiste a dormir a mi lado, creyendo que a mi lado estaba mi hermano y al girarme encontrarte durmiendo como sí fueras una persona en la almohada y espalda conmigo.

No querías que la familia discutiéramos, te ponías en el medio pues nos enseñaste que a pesar de las diferencias teníamos que estar unidos.

Nos hacías de guardián al dormir pues visitabas las habitaciones para que estuviéramos bien.

Siempre escuche que los perros no soñabais pero yo sabía que sí. Te veía dormir soñando y persiguiendo a saber que.

Aún recuerdo un verano buscándote por todo el piso y estabas en la bañera del calor que tenías.

Muy protector hasta el punto que al ir en bici no querías que subiera y te ponías histérico para que bajara por si me pasaba algo.

En la casa rural hacerte entender que en la piscina estábamos disfrutando que no pasaba nada. Aún tengo grabada la imagen de mi prima, mi tía y tú los tres en el agua y por suerte entendiste que estaban bien. Luego te bañabas cuando querías habían unas escaleras. Al ser labrador para ti no era problema.

Tauro y terco como yo. Teníamos cada conversación que me respondías aunque los últimos años echaba de menos que me dijeras algo.

Cuando tenía dudas de ciertas personas amigas o ex parejas en coña les decía que tú eras la prueba porque si tenía dudas me lo confirmarías. Al principio no creía en eso de las intuiciones pero siempre fuiste especial. Por suerte les avisabas con los dientes antes de hacer algo al respeto. Mucha paciencia, te querían dar lecciones y hubiera sido al revés.

Estés dónde estés descansa en paz. La veterinaria nos confirmo que estabas aguantando y haciendo todo lo posible para permanecer con nosotros y la fuerza que tuviste para ir resistiendo ya era demasiado. Estabas débil y nos dolía en el alma, ya no podías levantarte. Gracias Kovu por estar y ser fuerte hasta tu fin.