KIRA

22/05/2023

Eterna Kira,

 

Llegaste tarde a mi vida, pero todos me dicen que me alegre de haberte hecho feliz durante tus últimos días. Que nadie hace lo que yo hice por ti, pero lo haría mil y una veces. Llegaste tarde a mi vida y ojalá hubiera podido darte el tiempo que te faltó y posiblemente seguirías a mi lado con tus ganas de vivir y mis ganas de tenerte.

 

Me enseñaste amor incondicional, a reír cuando te veía saltar o andar, a luchar ante el dolor, a mirar con amor y agradecimiento, a ser paciente, a disfrutar de lo básico de la vida como son el sol, la compañía, los abrazos, el contacto físico y el tiempo de calidad. Fuiste un regalo en una fecha especial.

 

Recuerdo todo de ti como si estuvieras aquí: tu tacto, tu olor, tu sonido, tu mirada, tu colita, tus orejas, tu barriguita, tus patitas, tus dientecitos, tu peca en la lengua, tu manera de disfrutar de la comida, cómo saltabas de la cama o del sofá tirándote al vacío siendo tan chiquitina -y tan grande a la vez-, tu tumor, tu ladrido, tu sonrisa... y te llevo en mi corazón. Creo que la que llegó tarde a tu vida fui yo, y espero que me lo perdones, princesa. Te di lo que no te quisieron dar los que te dejaron, y yo tuve la suerte de que tú me lo quisieras dar a mí.

 

Mi ratilla, espero seguir viéndote en mis sueños y algún día volvernos a encontrar. En mi corazón ya estás.

 

Te quiero,

12/05/2023.

 

Elena.