Se hace duro mirar a los sitios donde dormías y no verte, no escucharte andar por casa, coger las llaves y ver que ya no estás para acompañarnos, regar y que vengas a beber de la manguera, comer y que de repente, de la nada, apareciera tu cabeza sobre la mesa pidiéndonos comida.
Nos gustaría agradecerte todo lo que nos has dado, creo que ninguno de nosotros nunca se imaginó lo mucho que nos mejorarías la vida y lo bonita que ha sido compartirla contigo, siempre estabas a nuestro lado y tu pérdida es un gran golpe para nosotros.
Si algo nos has demostrado es que eras el mejor compañero de vida que podíamos tener y que no ha habido nunca nadie más bueno que tú.
Para nosotros has sido un miembro más de la familia, sentimos mucho que ya no estés físicamente a nuestro lado y nos gustaría haber vivido muchos más momentos junto a ti.
Nunca te vamos a olvidar, has sido muy importante para todos los de casa y te llevaremos siempre en el corazón, ya que eres irreemplazable, no habrá otro Deimos, sólo tú.
Gracias por habernos hecho la vida mucho mejor, volveremos a vernos en el más allá.