Llegó el día en que hemos tenido que despedirte, nuestro eterno cachorro. 14 años de amor incondicional, risas y lucha. Porque eras un luchador lleno de energía y unas ganas de vivir infinitas. Eres y serás una parte muy importante de nuestra familia y tu ausencia resuena por todos los rincones de nuestra casa. Un ser bondadoso que no pidió nunca nada a cambio, él siempre estuvo para nosotros. T'estimem Darwin.